Los otros electrodomésticos.
• La siguiente clasificación de electrodomésticos, hace
referencia a los megaboys, que se encuentran en el planeta, aunque
en determinadas ocasiones, parezca que están en otro.
-El chico freezer:
Es el típico que está y a su vez no está; de hecho uno sabe a que va,
pero no se recibe respuesta alguna. Además en plena acción, dicen
incoherencias que en realidad parece un chiste. Demás está decir que
se olvidan del paseo que están haciendo, por ende, el timón queda en
nuestras manos, entonces nos quedan dos alternativas, una es la de
seguir navegando, y la otra es la de abandonar la travesía. Una
mujer con todas las letras se hace cargo de algo que no se esperaba
y le da uno de los mejores paseos de su vida, aparte le demuestra
que no siempre dependen de ellos y que son capaces de muchas cosas.
Como para rematarla, dudan de su accionar, entonces preguntan que
puntaje les damos, obviamente ni lo dudamos en levantarles el ego,
ya que estuvimos mintiendo todo el rato, seria en vano sincerarnos a
último momento.
-El flaco microondas:
Es el desesperado, que en dos minutos cocinó todo. Ni te enteraste
si puso la comida, o si quedó fuera, lo único que escuchaste fue el
pip, pip y vos como si nada. Solo sentiste un par de vueltas, un
poco de calor y ruido ajeno. Obviamente que el calor no es nuestro,
lo percibimos cuando ponemos el dorso de nuestra mano sobre el
vidrio del horno microondas. Lo que sí hay que tener en cuenta, es
el tamaño del horno, ya que hay diferentes capacidades y por ahí uno
quiere poner un pollo y no entra, no queda otra que trozarlo o
apretarlo un poco para que entre, a veces cuesta hacerlo entrar,
pero tenemos que quedarnos tranquilas de que si pudo entrar, seguro
va a salir.
- El pibe lavavajillas:
Es el que te da vueltas, hace pura espuma, pero al final, notas que
te falta algo, tenés un vacío que pareciera que se olvidaron de
poner la vajilla en el electrodoméstico. Por lo general, los
lavavajillas no lavan bien los platos, son puro espamento, necesitan
darle una buena cepillada para que estos brillen.
-El secarropas boy (kohinor):
Es el que va a 300 grados de revolución, no para a no ser que lo
pare una y encima te deja seca. Por lo general, tienden a ser un
poco brutos, no tienen en cuenta el estado de una. Si uno pone mal
la ropa en el kohinor, el tambor se mueve para todos lados, es hasta
que le encontremos la vuelta. Aparte no podemos poner mas ropa de la
que corresponde, porque obviamente algo quedará afuera (quién será
la agraciada), será en dos tandas, que le vamos a hacer.
-El children multiprocesadora:
Es el típico arrebatado, que quiere hacer todo a la vez, y no puede
(a veces no le dan las manos). En la multiprocesadora se maneja de a
una función por vez, o batís o amasás, una de dos. Lo tradicional es
que primero te batan cualquiera, después te amasan algo (en este
caso puede ser al revés), y terminan haciéndote un licuado de banana
(te lo comés, lo guardás, o lo tirás). De los aderezos mejor ni
hablemos, ellos le ponen banana y leche y a hacerla andar, pocos se
acuerdan del azúcar, no se dan cuenta que un poquito de dulzura es
mejor. El lugar donde uno haga el licuado, es lo de menos, cualquier
enchufe les viene bien.
-El hombre lavarropas:
El ideal. Te mueve de un lado para el otro, por ahí te da unas
vueltas, descansan los dos juntos como lo hace el agua, la ropa y el
jabón y como si fuera poco, quedas impecable después de una buena
enjuagada y centrifugada. No importa el modelo del lavarropas, la
leyenda dice que cuando mas nuevo, mas resistencia tiene, eso es
relativo, porque los hay de muchos años y se la bancan. Además hay
que tener en cuenta la "calidad" del lavado y no la "cantidad" del
producto que se utilice, porque por ahí un buen jabón por poco que
se ponga, lava bien, y si usamos uno de menor calidad, pero en gran
cantidad, algunas veces tienden a hacer espuma, no lava bien, y
encima, después no te podes mover porque la ropa te quedó acartonada.
Por lo general, a la mayoría de los electrodomésticos, los tenemos
que hacer funcionar con ayuda manual, porque por sí solos, no pueden,
o apretás una tecla, o girás una perilla (siempre con cuidado), o
directamente lo enchufás, ya que todos funcionan con energía.
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